martes, 23 de marzo de 2010

"Día duro"


Hoy ha sido un día duro, mi cara refleja cansancio y te veo relajado sentado en el sofá.
Tu invitación a sentarme a tu lado y echar mi cabeza en tus regazos es muy apetecible.
Te sonrío y acuesto mi cuerpo en el sofá dejando caer mi cabeza en tus piernas.
Cierro los ojos y me abandono al placer de tu compañía en silencio.
Siento tu mirada como recorre mi rostro cansado y tus manos acarician mi pelo.
Suaves masajes me proporcionas con tus dedos en mi cabeza y comienzo a notar mi relajación.
Me gusta sentir tus manos dándome la calma que se ha llevado de mí este día estresante.
El silencio se hace cómplice de miradas cautivas y deseosas de placer dulce y excitante.
Sin apartar la mirada de la mía, acaricias con tus dedos mi frente, los lleva hasta las sienes y dibujas círculos en ellas.
Cierro los ojos, suspiro relajada sintiendo los dedos como consiguen lo que intencionas.
Acaricias mí cara, mis mejillas, mí mentón, mis labios y siento como tus dedos me estremece por dentro al contacto de la suavidad con la que rozas mi labios.
Percibo a través de tus ojos clavados en mis labios que tu estremecimiento también asoma por tu cuerpo
El calor de mi interior se hace patente en mi piel que se eriza por el contacto de tus dedos suaves y tiernos, un cosquilleo en mi estómago me hace pensar en tus labios
Mis labios te están atrapando poco a poco, pero tu intención de relajarme hace que separes tus dedos de mis labios tentadores.
Exploras mi cuello suavemente y subes tus dedos por mis mejillas hasta llegar a mi frente de nuevo.
Te miro a los ojos y aun que intentas esconderlo, entiendo lo que sientes por dentro.
Intentas disimular sonriendo y bajando tu mano hasta mi garganta, besas mi frente.
Pero ya es tarde, has conseguido que tus caricias ericen mi piel y tu mirada me dice lo que tu boca no se atreve a pronunciar, enciendes mi placer, se enciende tu placer.
Veo tu deseo en ellos y me gusta como se está apoderando de los dos, quiero perderme en ti, en tus brazos, en tus labios, mi excitación se refleja en mi piel y en mi sexo húmedo y palpitante, ansiando algo más de ti.
Te susurro el cosquilleo que estoy sintiendo por dentro y tu mano se posa en mi vientre.
Estiro un brazo, lo paseo por el tuyo lentamente hasta encontrar tu nuca, acerco mis labios a los tuyos y me entrego a la dulzura de tus besos, mi lengua lame la comisura de tus labios y se hace paso a través de ellos para encontrarse con tu lengua.
Enciendo el fuego de tu interior y consigo que te entregues a mis maldades y a mis fantasías.
Deslizas la mano por debajo la blusa y sientes mi piel cálida, la mueves despacio sobre mi vientre y un dedo perfila mi ombligo.
Siento tus manos explorando mi piel, me estremeces, me invade el calor entre mis piernas, mi respiración se entrecorta y me entrego a ti por completo.
Si, creo que has encontrado la mejor forma de relajarme hoy...

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